(arriba; mujer española) Y hablo en presente de Kisling...
porque está vivo, lo está a través de sus miradas profundas y las figuras de sus mujeres.
Su alma, espíritu, corazón o cómo lo queráis nombrar, se nos presenta ante la escenificación de una idea que él quiso expresar. Evidentemente, que algunas de las miradas de sus mujeres, se notan desvalidas o tristes, introspectivas quizás, -de esa misma mujer hacia su adentro-, como si le diese miedo a expresar la mirada hacia fuera, a proyectarla ante la gente, para decirles con ella algo de lo que les preocupaba a aquéllas mujeres en su
tiempo.
Lo descubrí un día de primavera, en una exposición que se titulaba: "Modigliani y su tiempo" creo recordar; pero yo, desde que entré en la sala, sólo vi miradas, miradas de mujer que me hablaban. Hace ya dos años que estos hechos ocurrieron en el barrio gótico de Barcelona, concrétamente en el Museo Diocesano, cercana a la Catedral de Barcelona. Desde entonces, me acompaña, y puedo decir que pocos pintores me influyeron tanto como él. Es mágico, sus cuadros me hablan, salí impresionada, y eso que estaba loquita por ver de cerca a la mujer de la cara larga de Modi.