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MUJERES EN LA SOMBRA

Mujeres en Literatura Española

Ana Tortajada

<a href="http://www.maeva.es/noticia-178-Charla_de_la_autora_Ana_Tortajada_sobre_el_apasionante_mundo_ibero.htm">Ana Tortajada</a>

Bueno chicos, esta noche digo "adios" a otra de mis etapas en internet. Como a veces se dice: "no hay mal, que por bien no venga"; descansaré una temporadita de tanto fijar la vista leyendo en la pantalla del ordenador. Ya hace falta oler el papel, sentirlo y emocionarse con las minúsculas(guiño ;)para ami) que corretean por él. Confieso que dejo de leer en papel por leer aquí.
Y es que con el cuento de que tienes internet todo el día...te levantas por la mañana y ya enciendes el ordenador como acto casi reflejo. Yo estaría mejor limitando mis horas en internet porque no puedo controlar la sed de conocimientos y ¿por qué no decirlo? A veces he pensado que también sea un acto de curiosidad, como de querer asomarte -máxime ahora con los blogs- a otros mundos, a veces, personales. No obstante las inquietudes y ganas de aprender, no creo que subsistieran sin la curiosidad implícita que la persona tiene.

En fin, para las nuevas personas que conocí por otros blogs:¡encantadísima! Y para los que ya conocía; pues ya sabéis dónde me tenéis.
Os dejo otro librillo que pronto leeré junto con el anterior que os presenté. Um, da la casualidad de que los dos son de tema histórico, esto me recuerda que tengo una cuenta pendiente con la Historia...

Por cierto, que a mí siempre me gustó más la dama de Baza, quede claro, jeje!
Y el que esté por mi querida Barcelona; puede ir a ver la presentación del libro que os dejo. Yo, ya perdí la oportunidad de verla estas Navidades en Sabadell, mi ciudad. Así que si vais, disfrutad por mí!!
Besillos!

Rosa Ribas El pintor de Flandes

Rosa Ribas  El pintor de Flandes

Hace unos días pasó por este blog, Rosa; me dejó su blog y en él me enteré de que el pasado día 15 de Enero salía a la calle una edición de bolsillo de su último libro.
Rosa no es mujer en la sombra.
Si queréis leerla...parece que tiene buena pinta y ademá buenas críticas
Ella es catalana, como yo; nació en el Prat de Llobregat y yo en Sabadell. Ambas, echamos a faltar nuestra tierra.

Lluïssa Forrellad

La entrevista apareció en La Vanguardia el 18 de Mayo de 2006, en La Contra


"Mi mente funciona como un videojuego"

¡Hoy cumplo 79 años! Nací en Sabadell y vivo en Bellaterra. Soy escritora. Ni me he casado ni he tenido hijos: no he sentido esa vocación. ¿Política? Miremos todos adelante, no atrás. Soy cristiana, porque Jesucristo es el único líder coherente que conozco. Disfruto tanto escribiendo... que se me han pasado 50 años sin darme cuenta

VÍCTOR-M. AMELA - 17/05/2006


- Enero de 1954: gana el Nadal.

- Sí. Con mi novela Siempre en capilla. Tenía 26 años.

- Desbancó usted a Juan Goytisolo... ¿La felicitó él?

- No.

- Quizá sintió celos.

- No sé...

- ¿A qué escritores admira usted?

- Siento envidia cuando uno logra conmoverme: "¡Ah, si yo escribiese así...!", pienso. Me pasa con Stefan Zweig, John Steinbeck...

- ¿Su vida ha sido de novela?

- Amigos míos me dicen: "Escribe tu biografía". No lo haré, porque no me gusta hacerme daño: hay recuerdos que duelen...

- ¿A qué se refiere?

- Sucedieron cosas durante la República, siendo yo niña, que nos hicieron llevar luto.

- ¿Qué pasó?

- No me lo haga contar, por favor.

- Discúlpeme... ¿Cómo resumiría su vida?

- Escribí teatro y fui actriz, junto a mi hermana gemela. No tuve vocación de esposa y madre, pinté, viajé, cuidé de mis padres, y he escrito todas las horas que he podido...

- ¿Qué contaba en Siempre en capilla?

- Tres médicos en un hospital inglés luchan contra la gran mortandad infantil que provocaba la difteria.

- ¿Qué le movió a escribir una novela así?

- Vengarme de un gran disgusto: yo estudiaba Medicina, pero tuve que dejarlo al ver que en casa no podían costearme la carrera... Y volqué en mis médicos de ficción todo lo que yo hubiese querido hacer en la vida real.

- ¿Desde cuándo escribía usted?

- Desde niña: me venían a la mente personajes, situaciones, y me entretenía enredándolas, desarrollándolas... ¿Ha visto a un niño con un videojuego, cómo sigue la trama...?

- Lo he visto: tengo dos niños. ¿Por qué?

- Porque a mí me pasaba igual: llevaba mi videojuego en la mente. ¡Y todavía lo tengo!

Estoy en una cola, una sala de espera... ¡y me empieza a funcionar! Y me embeleso, voy jugando a seguir una historia hasta el final... ¡Y por eso yo jamás he sabido qué es aburrirse!

- Pero no ha publicado nada en 52 años...

- Pero he ido construyendo historias, escribiéndolas... Además de la que ahora publico, Foc latent,tengo unas diez novelas terminadas, y otras a medias. He ido escribiéndolas simultáneamente durante estos años...

- ¿Y por qué no las daba a publicar, mujer?

- Es que lo del Nadal me alteró mucho la existencia, me incomodó, hubo ciertas cosas que me afectaron, me hirieron...

- ¿Qué cosas?

- Los periodistas me hacían fotos, comentaban mi peinado, mi figura, mis zapatos, mi vestido... ¡Yo no escribía novelas para eso! Me incomodaba, me disgustaba. Mi hermana me decía: "Pero ¿de qué te quejas, Lluïsa? ¡Si sólo te dicen cosas bonitas...!". Sí, ya..., ¡pero yo no buscaba nada de eso! A mí me interesaba la literatura, no la alfombra roja.

- ¿Padeció actitudes machistas?

- No sé si era machismo, pero de un escritor no se decía todo lo que se decía de mí.

- ¿Qué fue lo que más le hirió?

- "No tiene cara de haberla escrito ella": ¡insinuaciones calumniosas! ¿Y de qué tenía yo cara, entonces? ¿De ladrona de novelas? Pero no eran acusaciones concretas... ¡Ojalá, porque hubiese podido defenderme! Pero no; eran sólo comentarios... Yo procuraba ignorarlos, pero al final te hieren...

- ¿Y qué hizo?

- Me escondí. Mis padres tenían una tienda de lanas en Sabadell, y dejé de atender a los clientes. "Esa chica de Sabadell", comentaban desdeñosos algunos escritores, quizá celosos... Y me fui un año a Londres.

- ¿Y de qué vivía?

- La novela se tradujo, me ha rendido muchos beneficios, y los administré bien.

- ¿Los editores no le pedían más novelas?

- ¡Sí! "¡No piensas en los lectores!", me recriminaban. "¡Porque pienso en ellos no quiero darles algo que no esté a la altura!", respondía yo. ¡Después del Nadal, no podía decepcionarles! "Pero tu nombre tapará cualquier deficiencia, mujer", me animaban. No me entendían: "¡Lo que yo quiero es que la calidad de la novela tape mi nombre!". Y seguí corrigiendo, retocando, reescribiendo...

- Competía usted consigo misma.

- Sí. Y cuando ya las iba teniendo acabadas, pensaba: "¿Qué editor querrá esta novela hoy? Los que yo conocí ya han muerto, pobrecitos...". E iba acumulando las novelas.

- ¿Y cómo ha sido lo de lanzar Foc latent?

- María Teresa, una amiga convaleciente de una operación, me rogó que se la dejase leer. No pude negárselo. Ella se la pasó a otro amigo, éste a un filólogo... que contactó con el editor. Que me llamó y me pidió publicarla ¡sin saber que yo era la ganadora del Nadal de 1954! Esto me ha animado mucho.

- ¿Y no piensa ahora que quizá ha estado perdiendo demasiado tiempo?

- ¡No! He cuidado de mi madre hasta que murió en 1994, con 92 años. Ella a veces me decía: "¡Ay, Lluïsa, cómo lamento robarte tiempo! Cuando yo no esté, tú publicarás...".

- Y acertó.

- Pero, para mí, primero era ella antes que nada. Lo que yo hacía por ella ¡lo hacía por gusto! Y, luego, todas las horas que podía, las dedicaba a escribir. Y cuando estoy escribiendo..., ¡ah, soy tan feliz...! Las horas me vuelan, de tan a gusto que estoy: y así han pasado estos 52 años, sin darme ni cuenta...

- Pues son muchos años...

- Sí, sí, pero ya verá usted cuando tenga mi edad y le pregunten: "¿Y qué has hecho durante todos estos años...?". Y quizá usted haya hecho esto y aquello, sí, pero se quedará usted mudo, no sabrá usted explicar cómo han pasado tan rápido tantos años, ya verá...

Mujeres de sol a sol

<strong>Mujeres de sol a sol</strong>


Once autoras españolas escriben sobre la mujer en el mundo rural


Ángela Labordeta nació en Teruel en 1967. Licenciada en Filosofía y Letras
por la Universidad de Zaragoza. Ha publicado hasta la fecha tres novelas
-Así terminan los cuentos de hadas (1994), Rapitán (1997) y Bombones de
licor (2000)- y el libro de relatos El novio de mi madre (Xordica, 2002).

Matilde de la Torre Gutiérrez.

Escritora y política (Cabezón de la Sal, 1884–México, 1946). En cuanto a sus antecedentes familiares, Matilde procedía de una familia de tradición liberal, de hidalgos pertenecientes a las clases medias ilustradas de Cantabria. Su padre, Eduardo de la Torre, fue notario de Cabezón de la Sal y su madre, Ana Gutiérrez Cueto, pertenecía a la familia de los Gutiérrez Cueto. Su abuelo materno, Cástor Gutiérrez de la Torre, había fundado en 1856 el periódico La Abeja Montañesa y un hijo de éste, Enrique, fue el promotor y director de El Atlántico (1886),
Matilde, que hereda la afición familiar por la escritura, publicó en 1917 su primera obra Jardín de damas curiosas: epistolario sobre feminismo. En años sucesivos, escribió ensayos como Don Quijote, rey de España (1928) y El Ágora (1930). En ellos coincidía en su análisis y actitud crítica con el régimen político de la Restauración, con los planteamientos de los intelectuales del Regeneracionismo y autores como Ortega y Gasset. La puesta en práctica de su ideario se plasmó en el proyecto educativo la ‘Academia Torre’, que la escritora fundó en los años veinte en Cabezón de la Sal, en la cual empleaba los principios pedagógicos de la educación integral, difundidos en España por la Institución Libre de Enseñanza
Paralelamente a su intensa labor literaria y periodística, Matilde, de igual modo dotada para el canto y la música, inició una interesante labor recopiladora y de creación de las canciones y danzas de Cantabria
Al final de la dictadura de Primo de Rivera, Matilde de la Torre se comprometió políticamente en favor de la II República y, en 1931, se afilió al Partido Socialista Obrero Español. En las elecciones a Cortes de 1933 y 1936 salió elegida diputada por el Partido Socialista de Asturias. En el gobierno de Largo Caballero desempeñó el cargo de directora de Comercio y Política Arancelaria. Durante este periodo, el más intenso de su actividad política y periodística, colaboró asiduamente en El Socialista y en La Región, donde publicaba series divulgativas de gran popularidad.
Fruto de su experiencia directa en la problemática social de estos años fue la novela titulada El banquete de Saturno (1931). Ya en Francia, publicó, en 1940, Mares en la sombra, dramático relato de su contacto con la guerra en tierras asturianas.

Obligada a abandonar España por la derrota en la Guerra Civil del bando republicano, en la primavera de 1940, partió a América desde Burdeos y, el 19 de marzo de 1946, falleció en el sanatorio americano ‘Barsky’ de la ciudad de México y fue enterrada en el panteón español.

Gracias "Mar de Calma"!

(Fuente Principal: Gran Enciclopedia de Cantabria)

Elena Martín Vivaldi, la dama de amarillo.

Elena Martín Vivaldi, la dama de amarillo.

Me informo en el Ideal de que hoy -que ya es ayer- hace siete años que su voz y letras nos dejó. ¡Qué pena!, hasta hace bien poco no supe de su existencia.
La noticia saltó cuando se supo que toda su obra iría a parar a Salamanca. No sé bien qué habrá pasado en su tierra que es Granada, para que dejen que todo lo perteneciente a esta poeta se marche hasta otra ciudad; y si no es así, que alguién me lo corrija
Ella escribió 17 libros de poesía. Poeta -como ella quería que se dijera- de acentos íntimos y profundos, de otoños, de lluvia, de árboles.

(...)Amarillo. Aún no imagina
el viento, la desbandada
de sus hojas, ya apagada
su claridad. Se avecina
la tarde gris. Ni adivina
su soledad, esa tristeza
de sus ramas.

Fue certeza,
alegria – ¡otoño ! - . Faro
de abierta luz.

Desamparo
después. ¿Dónde tu belleza ?

Elena Martín Vivaldi

Elena supo que los colores no son sólo un signo de representación simbólica ni la romántica identidad con un estado de ánimo concreto. Para ella, los colores compusieron un complejo código de significaciones que apelaba a toda una manera de contemplar e interpretar el mundo.

MUJERES EN LA SOMBRA

MUJERES EN LA SOMBRA

Carmen de Burgos Seguí

Paloma Castañeda, horas
y HORAS editorial,
Madrid 1994


Carmen nació en Almería y muy pronto se quedó viuda, se marchó a Madrid y de los tres hijos que tuvo, sólo le vive el último. Trabajaba de periodista y utilizaba el pseudónimo de "Colombine", fue la primera periodista, mujer y española comprometida con las ideas feministas, ayudó a Clara Campoamor y otras para luchar por el voto femenino y murió relativamente joven, cuando las ideas republicanas estaban en su auge. Tuvo una vida muy intensa, no obstante. Escribió mucho, entre otras, la novela sobre un asesinato en Almería.
Aparecida esta novela al final de su vida, Puñales de sangre, (¡qué título tan lorquiano!), reafirma los principios feministas propios de la autora: la necesidad de encontrar una salida auténtica, lejos de tanto falso prejuicio, a la mujer española. Problemas planteados con todo realismo en su otra novela, también de 1931, Quiero vivir mi vida, prologada por el doctor Marañón.
Vistas hoy, Puñal de claveles y Bodas de sangre, representan dos modos distintos de entender la literatura, como miembros de dos muy distintas generaciones. La de Carmen de Burgos, luchando por la regeneración del país, intentando acercarlo a la burguesa Europa. La de Lorca, despectiva de todo lo que huela a burguesía y enemiga del racionalismo cartesiano


Me parece interesante reseñar esta parte de la biografía de Carmen por
Blanca Bravo Cela que estudia la figura de Carmen de Burgos en la biografía. "Carmen de Burgos (Colombine), Contra el silencio", publicada por Espasa; de la contraportada reproducimos el siguiente texto:
"Cuando en 1927 la andaluza Carmen de Burgos publicó el ensayo La Mujer moderna y sus derechos, ella era muchas cosas: una periodista consagrada, una veterana profesora y una escritora ampliamente reconocida, que firmaba con el seudónimo de Colombine. La aparición del libro suponía, además, la confirmación de su faceta de mujer fascinada por la capacidad creativa de su género, para el que exigía igualdad de trato. Era famosa y tremendamente conocida en el Madrid de la época y, sin embargo, su vida privada andaba cargada de misterios. Nadie sabía exactamente cuántos años tenía, guardaba en secreto su duro pasado transcurrido en Almería y no se sabía ni siquiera sus amigos- cómo organizaba el tiempo para conseguir cumplir con todos sus compromisos intelectuales. Vivió, además, acompañada de una leyenda de viuda alegre que se acentuó cuando, muerto su marido, inició una atrevida relación sentimental -por liberal y tormentosa- con el escritor Ramón Gómez de la Serna, muchos años más joven que ella.