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MUJERES EN LA SOMBRA

La meva ciutat no es la mateixa

Hoy caminando por el centro de mi ciudad escuchaba los ruidos alternos de diferentes obras.
Mi ciudad no es la misma, ya no huele igual: m'agrada dir: olora; huele.
Aquella ciudad industrial ya es de servicios; me la han cambiado.
Mi cabeza siempre olvidada en cualquier esquina me ha hecho bajar a la Biblioteca sin recordar q los lunes mañana, está cerrada: he dejado el material audiovisual tipo: "La flauta mágica y Nabuco" en el buzón.
En fin, llegado a esta hora: 1 de la tarde, ya me tengo que ir, y como siempre no tengo tiempo de elaborar un buen post, cómo me gustaría...pero da igual, no volveré a tener internet en casa hasta q no tenga un ordenador portatil; lo dije y lo cumpliré.

Desde Sabadell con nostalgia de sus casas-palacete: hoy reconvertidas en bloques de pisos. Con nostalgia de niñez y olor a textil: fábricas o vapores de los cuales, hoy sólo quedan las chimeneas como símbolo de lo q algún día fue mi ciudad.
Mi padre ya no huele igual; ya no lleva pañuelo constántemente encima: pañuelos ennegrecidos con el polvo químico de sus fórmulas de tintes.
Todo es diferente, ya no me levanto con aquella nube de bruma que oloraba a tintes; ahora mi ciudad se reconvierte hacia los servicios; mi ciudad es irreconocible.

Ays me voy que me pongo nefelibatas : picar a la derecha en temas: nefelibatas, para los que no me conocen y quieren hacerlo un poco más.

4 comentarios

jmaznar -

Estimada Amanda, esos cambios promovidos por los gobernantes sociatas, incluso estalinistas e independentistas, son obligados -te lo dice el ex-presidente. Barcelona tiene que incentivar la construcción de despachos, oficinas y lugares tecnológicos, si no quiere perder el tren de la modernidad. Sin olvidar el diseño, claro. Esa bonita rambla marítima con nuevos pisos para entregar a los compradores sensatos y pudientes, complementado por el magnífico puerto olímpico -¡por fin podremos aparcar el yate!- son muestras de gran inteligencia y comprensión por el destino de las inversiones en nuestra ciudad: hay que cuidarlas y promocionarla.

Viva, lo siento así, el cemento armado y el forum de las culturas. Que no hablen de Iraq, por favor. Buen rollo y buenos alimentos -a la salida, claro.

Félix -

Sí, por supuesto, pero también Palma (y toda Mallorca)se ha convertido en un paraíso de especulación y mal gusto. Nos queda lo que no se puede destrozar (todavía)... Pero Sabadell me la recordó por su tamaño, sus ramblas tranquilas y su ritmo más o menos humano (y también porque en Barcelona me sentía tremendamente perdido: todo autopistas, todo a veinte km, todo a velocidad de vértigo...)En fin. Y sin embargo pasé ahí un año y pico espléndidos. De eso hace casi con exactitud dos años.

Amanda -

Bueno, no sé cuándo estuviste Felix, pero ahora ya no es la que era. Estamos rodeados de supermodernidad por todos lados.
Un honor, que la compares con Palma, pero hay q ser realistas; nosotros nunca tendremos esa bahía con su Catedral esperando nuestra visita. Y dentro de esa Catedral; ese baldaquino: ohhh Gaudí, siempre forjando y retorciendo hierros allí donde estés.
Salut Felix.

Félix -

No sé dónde estoy:-)):-PP
Por cierto estuve un año viviendo junto a Sabadell, bonita ciudad, muy parecida en algunas cosas a Palma, pero sin playa juas, llástima!